sábado, 24 de enero de 2009

Libertad - Un cuento sobre una víctima de maltrato


Este cuento lo escribió mi hermana, pero puede ser la historia real de cualquiera de los tantos seres que son víctimas del maltrato en éste mundo...



Gracias, aquí les espero – dije serenamente y colgué el teléfono.

Encendí un cigarrillo y me dejé caer con todo el peso del cuerpo en el sillón mientras daba una profunda calada que me sabía a gloria.

Estaba exhausta, pero a la vez un sentimiento de satisfacción me embriagaba, igual al que solía tener cuando realizaba una cirugía estética con éxito.

Ya no me acordaba de cuantas veces había fantaseado con recobrar mi libertad, con volver a sonreír, ya no por compromiso ni para disimular ante familiares, amigos y vecinos, la constante tensión en la que vivía, día tras día, al volver a casa.


Sonreír porque sí, por sentirme viva, por sentirme a gusto conmigo misma y con el mundo.

Pero nunca antes, excepto hasta hace un par de horas atrás, justo cuando recibía el último puñetazo en mi cara; nunca me había imaginado que sería de ésta forma que recobraría mi lugar en el mundo. Un lugar diferente, si…pero mío.

Sé que tendré que pagar un precio por ello y lo haré con gusto. Sé que la cárcel no es una opción para el común de la gente. Pero, puedo jurarlo por mí hijo, que ahora mismo para mí es mejor opción que acabar en el congelador de la morgue policial.

La verdadera privación de la libertad comenzó al mes y medio de casarme cuando, por un descuido tonto, quemé el puño de una de las camisas preferidas de mi marido. Yo era inexperta con la plancha, debido a que había estado mas dedicada a mi carrera de medicina que a aprender a hacer las labores de una casa. Pero su reacción a mi fallo fue tan fuerte como el golpe seco que le propinó a la tabla de planchar y que hizo que se partiera literalmente en dos.

En ese momento no supe ver que detrás de esa reacción vendrían otras cada vez peores. Estaba tan enamorada que lo único que sentía era vergüenza por no ser una esposa digna de mi marido. Y mientras le pedía perdón, entre un torrente de lagrimas, le prometía que no volvería a ocurrir nada semejante y que aprendería todo cuanto fuese necesario para ser una buena esposa. Sinceramente ansiaba ser la mejor para él. Y fue precisamente por ese deseo que desde ese instante caí en su trampa, en una telaraña de humillaciones y desprecios, de promesas y perdones, de golpes y arrepentimientos, de la que cada vez sería mas difícil de escapar, y por la cual, casi sin darme cuenta y de a poquito, había perdido mi libertad y mi dignidad.

Ahora, quince años después de ese primer episodio, estoy sentada en su sillón favorito, viéndolo inerte y desangrado sobre la alfombra blanca del salón, tan inofensivo que no parece él. Pero así y todo no soy capaz de sentir remordimientos por lo que he hecho ni pena alguna por él. Porque ahora me doy cuenta de que todo daba igual. Que, aunque hubiese sido la mejor ama de casa del mundo, aunque jamás hubiera cometido ni un solo error, aunque no me hubiese dedicado a mi profesión, y no hubiese ganado mas dinero que él, nada de eso hubiera sido suficiente para ser digna de su amor y respeto.


Suena el timbre. Dejo la colilla del cigarro, que hacia ya un buen rato que estaba apagado entre mis dedos y que, por el divagar de mis pensamientos, ni lo había notado. Me levanto y abro la puerta. Es la policía. Respiro profundo y les hago pasar.


Claudia Martínez Pardo

15 comentarios:

el marido de la portera dijo...

Muy buen relato. Pásale la enhorabuena de mi parte a la autora. Desgraciadamente, es otra más de las miles de historias que existen.

Un saludo muy afectuoso.

PD: Conseguí colocar tus dos premios en mi blog con su correspondiente enlace, espero que te guste como quedó.

roxana dijo...

El sentimiento de satisfacción cuando volvi a mi blog fue total!!! Prendí un cigarrillo tambien!!!!
LAU estoy de vuelta y alegre, porque pude aprender de un inconveniente serio en lo laboral y personal!. que bueno que salió bien. Seguiremos conectadas si te parece!
un beso
Roxana

Lau Martinez Pardo dijo...

El Marido, quedaron muy bonitos, felicitaciones!



Roxana, me alegro mucho que estés de vuelta, nos estamos viendo...besitos!!!!

hsm1967 dijo...

LAU: por supuesto que me gustaron los regalos, disculpa por mi brutalidad si no lo hice mención, te ruego me disculpes,pero no se como hacertelo en mención.

allmaacuariana dijo...

La historia del maltrato tan distintas y todas parecidas. Este relato habla muy claro de las etapas, del perdon, la humillacion, descalificacion, y el sentido de culpa, y termina con que la victima se siente que es culpable por lo que le pasa. Lo viví asistiendo coo medica en las guardias en violencia domesticas.Un tema que lejos de ser erradicado ada vez es mas frecuente. Allma.

Lau Martinez Pardo dijo...

Hugo, no pretendia que me dijeras nada, pero como no vi que los pusieras en tu blog, pense eso. Besotes.

Lau Martinez Pardo dijo...

Almaacuariana, a mi siempre me preocupó el tema de que le víctima se siente culpable, como si fuera realmente responsable, la mente es increible, suele hacernos unas trampas tremendas. Besos y gracias por venir..

Basileia dijo...

Que decir Lau, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD NO ES MERA COINCIDENCIA, es el día a día de miles de mujeres, es una pesadilla de la que es muy difícil salir, pues esas víctimas de la violencia doméstica son incapaces de quitarse la venda ellas solas, y la sociedad, tampoco ayudamos mucho, es más fácil No ver, No oir.

Un día te pido el cuento para publicarlo en mi blog sobre el maltrato.

Feliz día preciosa.
Basileia

Lau Martinez Pardo dijo...

Hola Basileia, cuando gustes llevá el cuento, lo unico que te voy a pedir es que pongas la autora. Besitos y que tengas lindo dia!

Navegante dijo...

Cuanto lamento todo lo que se pierden de una mujer esos idiotas malparidos, esos que jamás tendrán el verdadero amor y la verdadera entrega, eso único y maravilloso que la mujer tiene para dar. Ese es su verdadero castigo.
Con esta lectura completo la etiqueta de cuentos. Volveré por otras, me gusta tu blog.
Besos.

Nati dijo...

He llorado leyendo esto. Me he acordado de muchas cosas. Está muy bien escrito,
Un saludo

Anónimo dijo...

Si, probablemente lo sea

Unknown dijo...

Muy buen relato y mucha valentía lo he utilizado como marco para unas fotografías espero que os guste.

http://rubenartfotografia.blogspot.com.es/2012/07/hoy-buscando-en-internet-alguna-frase.html?spref=fb

Anónimo dijo...

muy bueno pero el final aaaaaaa terminalo muy muy bueno la verdadd q si

Sex Shop dijo...

Muy buenooooo!!!!!!!!