Un hombre sueña que ama a una mujer
La mujer huye.
El hombre envía en su persecución los perros de su deseo.
La mujer cruza un puente sobre un río, atraviesa un muro, se eleva sobre una montaña.
Los perros atraviesan el río a nado, saltan el muro y al pie de la montaña se detienen jadeando.
El hombre sabe, en su sueño, que jamás en su sueño podrá alcanzarla.
Cuando despierta, la mujer está a su lado y el hombre descubre, decepcionado, que ya es suya.
Ana María Shua
Me pregunto porqué ponemos los deseos y los sueños en el afuera, idealizando la vida, y puede sucedernos como en éste caso que lo que soñamos ya lo tenemos y no sabemos verlo.
Esta persona, peor aún, se decepciona porque prefiere los sueños.
¿Ustedes que opinan?
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